Niños que duermen más se portan mejor en la escuela
Cuando los niños pueden dormir apenas un poco más cada noche, su
conducta en la escuela y sus niveles de alerta mejoran, sugiere un
estudio reciente.
“Incluso cambios pequeños en la vida diaria que puedan permitir a los
niños añadir más o menos media hora de sueño podrían tener un impacto
significativo”, aseguró el autor del estudio Reut Gruber, director del
laboratorio de conductas de la atención y el sueño del Instituto Douglas
de la Universidad de McGill, en Quebec.
El hallazgo aparece en línea el 15 de octubre y en la edición de noviembre de la revista Pediatrics.
Para la investigación, Gruber asignó aleatoriamente a 34 niños de 7 a 11
años de edad a uno de dos grupos. En un grupo se restringió el sueño, y
se retrasó la hora de irse a la cama para que perdieran una hora de
sueño durante cinco noches consecutivas.
En el otro grupo se adelantó la hora de irse a la cama, para que añadieran una hora de sueño durante cinco noches consecutivas.
En total, 33 niños completaron el estudio. Los niños usaron dispositivos
parecidos a relojes de pulsera, llamados actígrafos, para registrar su
sueño.
Gruber halló que el grupo en que se alargó el sueño durmió en promedio
apenas 27 minutos adicionales por noche. El grupo del sueño restringido
durmió, en promedio, 54 minutos menos por noche.
Al inicio del estudio, ambos grupos dormían un promedio de nueve horas.
Los niños de este grupo de edad deben dormir 10 u 11 horas, según la
National Sleep Foundation.
Los maestros calificaron a los niños en medidas estándares de la
conducta, como la impulsividad, la inquietud y la capacidad emocional.
También anotaron la somnolencia diurna.
A los del grupo de sueño adicional les fue mejor, y mostraron mejoras en
el nivel de alerta, la conducta y las emociones, hallaron los
investigadores. Los del grupo restringido tuvieron puntuaciones en
declive en el nivel de alerta.
Los hallazgos no son sorprendentes, señaló Dean Beebe, profesor de
pediatría del Centro Médico del Hospital Pediátrico de Cincinnati y del
Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati.
Beebe ha estudiado el sueño inadecuado y sus efectos sobre la conducta
adolescente. Sin embargo, advirtió a los padres que el sueño adicional
no puede ser solo durante una noche, sino un cambio a largo plazo si sus
hijos no duermen lo suficiente.
"Se trata de algo relacionado con el estilo de vida, no [un cambio] rápido de una noche", planteó.
Apuntó que aunque los niños del estudio dormían bastante, unas nueve
horas en promedio, aún así les fue mejor cuando durmieron más.
Gruber, autor del estudio, dijo que los niños pueden verse privados del
sueño por una variedad de motivos. Quizás usen medios de comunicación
más allá de la hora de irse a la cama, lo que incluye jugar videojuegos,
ver televisión, enviar o recibir mensajes de texto y hablar con los
amigos.
Los padres también podrían fomentar un exceso de actividad de noche,
apuntó. Cuando los niños están demasiado ocupados con el trabajo escolar
y las actividades extracurriculares, con frecuencia esto retrasa la
hora de irse a la cama, advirtió.
¿Cuál es su consejo? Dele prioridad al sueño, planteó Gruber. Fije y mantenga una hora constante para irse a la cama.
No permita que haya aparatos electrónicos en la habitación. Asegúrese de que el ambiente de la habitación sea cómodo, dijo.
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